El agua es el elemento asociado al comienzo de la vida. La Comunidad Maya adora al dios Chaac, padre de las lluvias. Chaac no se considera una sola deidad, sino que existen 4 dioses, cada uno representando uno de los puntos cardinales. Para promover la lluvia, los mayas realizaban sacrificios humanos en honor al dios Chaac, autosacrificios donde la persona era amarrada y arrojada al fondo de los cientos de cenotes escondidos en las selvas de Quintana Roo, donde se creía que habitaban los Chaacs. Llamándolos para producir lluvias.